La imitación de Maria

Caminemos hacia María

En la meditación final sobre las características propias de los miembros de la Obra de los Santos Ángeles, dirigimos nuestra mirada y nuestro corazón a María. Ella es nuestra Madre, nuestra vida, nuestra dicha y nuestra esperanza. Cuán apropiado es que nos dirijamos a ella, a fin de que ella, que formó a Jesús, haga también nuestro corazón semejante al suyo. Vamos a aprender a amar como ella.

¡María es, en verdad, un regalo del cielo! Desde su Inmaculada Concepción hasta el triunfo de su Inmaculado Corazón ella es un "evangelio" que nos revela la manera como el amor divino puede y debe formar y vivificar el corazón humano. Hay que volverse nuevamente como un niño e ir, con toda confianza, hacia la tierna Madre. ¡Ella nos ama inefablemente!

¡Hay que dejarse tocar por ella con amor! De esta manera se aprenderá a amar como ella. ¡Hay que aprender a conocer mejor a María, de una manera más íntima y personal! Es muy probable que uno haya deseado esto desde mucho tiempo atrás y que la idea de ser reconocido como uno es, de ser rechazado o de que no resulte nada de ello provoque angustia, pues quizá falta la perseverancia en el amor. sigue leyendo...